viernes, 22 de marzo de 2013

El Por Qué Es Mejor La Alegría De Las Hadas























Las hadas se ponen tristes a veces…
Cuando la marcha se pone densa como el alquitrán…

Hay hadas de todos colores y tipos…
Hay de bosques, de agua, de monte, de ciudad…
De todo tipo…
Pero esas de los pueblos quizás la pasan menos bien…

Para las hadas a veces sonreír se pone irónico…
A veces dar un gesto es un trabajo enorme…
Porque son libres como la brisa que baja del monte o sube del mar…

Ay qué triste es ver un hada conteniendo la lágrima que quema…
Ay, ¿quién entiende la pena de un hada?…
Ay, ¿cómo explica que no busca respuestas obvias?…
Ay, ¿cómo responde a canciones repetidas?…

A esas hadas locas que bailan en las nubes les duele el pecho…
Sus preguntas se remontan al todo soberano…
Observan desesperadas las lágrimas del mundo…

¿Cuánta pena hace poner triste a un hada?...
Un grano de azúcar derramado con descuido…
La duda lacerante del insomnio…
La pestañada patente de un despiste…
El holgazaneo indiferente de las cigarras…
La frialdad abyecta del infierno…

Yo no quiero hadas tristes en mi mundo…
Yo no soporto más lágrimas de hadas…
Yo invoco todos los poderes concebidos…
Yo reclamo todas las fuerzas de la naturaleza…
Yo miro a la profundidad de la divinidad máxima…
Yo, ante todas las pasiones y ternuras insinúo con voz en cuello…
Sequen las lágrimas de las hadas porque cuando lleguen al suelo
Morirán las esperanzas de los ángeles…
Y tú y yo nos miraremos y caminaremos sin rumbo hasta un nunca más.

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