Dejo de llover y el frio destruye el estomago porque no hay razón para salir corriendo...
Dejo de llover y miro desde esta ventana como las nubes hacen equilibrio en las palmas deshabitadas...
El frio cala hondo en los oídos...
Se añora con disimulo, en torbellinos, en tormentas, en descalabros, en risas fingidas, en rectángulos olvidados...
Hay voces que no deberían desaparecer pero se van de a poco porque tiene otras historias que contar, mas terrenas, menos febriles, mas asibles...
La distancia produce frio en la espalda, la distancia corrompe el sabor de las delicias...
Se estremece el principio de la dispersión y los ojos líneas descomponen un lamento...
Cuanto hace que no acariciamos el auricular?...
Cuanto hace que no pensamos en privado con fantasía desbocada?...
Cuanto hace que la maravilla se convirtió en una mueca?
Y solo hay palabras diciendo que la marcha sigue y el curso determinado continúa reproduciendo mientras no pare, corriendo a cumplir la ilusión, a construir el castillo en el aire...
Y quien sabe, en una de esas sea más sólido que está realidad de equilibrio precario que se desenvuelve con tal desquiciamiento, con tal desvergüenza, con tal extremismo y sin principios altruistas...
Y nosotros míseros manifestantes miramos como la lluvia se fue desvaneciendo trayendo este frio desolador que nos convierte en autómatas escapando del congelamiento en cualquier cama oxidada por el desuso…
Miro desde acá las pestañadas sin nostalgia porque es menos fantasmal sonreír a un vidrio que transluce la agonía congelada que sentir la destrucción de saber de distancia…
Pero que placer malgastar los ojos en leer secretos y componer canciones, que placer ir poniendo las piezas una a una haciendo calzar cada miniatura en un espacio infinito que no terminara hasta que los jugadores se cansen o mueran de tanto correr a ponerse en la fila de los sueños sedantes….
La nostalgia de la partida de la lluvia corrompe como la colisión de burócratas cargados de desechos tóxicos, la nostalgia derrumba hasta el más fuerte de los preceptos, la nostalgia es el enemigo que mejor abraza cuando nada es todo…
Dejo de llover y miro desde esta ventana como las nubes hacen equilibrio en las palmas deshabitadas...
El frio cala hondo en los oídos...
Se añora con disimulo, en torbellinos, en tormentas, en descalabros, en risas fingidas, en rectángulos olvidados...
Hay voces que no deberían desaparecer pero se van de a poco porque tiene otras historias que contar, mas terrenas, menos febriles, mas asibles...
La distancia produce frio en la espalda, la distancia corrompe el sabor de las delicias...
Se estremece el principio de la dispersión y los ojos líneas descomponen un lamento...
Cuanto hace que no acariciamos el auricular?...
Cuanto hace que no pensamos en privado con fantasía desbocada?...
Cuanto hace que la maravilla se convirtió en una mueca?
Y solo hay palabras diciendo que la marcha sigue y el curso determinado continúa reproduciendo mientras no pare, corriendo a cumplir la ilusión, a construir el castillo en el aire...
Y quien sabe, en una de esas sea más sólido que está realidad de equilibrio precario que se desenvuelve con tal desquiciamiento, con tal desvergüenza, con tal extremismo y sin principios altruistas...
Y nosotros míseros manifestantes miramos como la lluvia se fue desvaneciendo trayendo este frio desolador que nos convierte en autómatas escapando del congelamiento en cualquier cama oxidada por el desuso…
Miro desde acá las pestañadas sin nostalgia porque es menos fantasmal sonreír a un vidrio que transluce la agonía congelada que sentir la destrucción de saber de distancia…
Pero que placer malgastar los ojos en leer secretos y componer canciones, que placer ir poniendo las piezas una a una haciendo calzar cada miniatura en un espacio infinito que no terminara hasta que los jugadores se cansen o mueran de tanto correr a ponerse en la fila de los sueños sedantes….
La nostalgia de la partida de la lluvia corrompe como la colisión de burócratas cargados de desechos tóxicos, la nostalgia derrumba hasta el más fuerte de los preceptos, la nostalgia es el enemigo que mejor abraza cuando nada es todo…
