jueves, 4 de abril de 2013

Historia De Un Fin



Miró nuevamente, le sonrió, sabía que también le gustaba mucho, lo notaba en sus reacciones, es su forma de mirar, en su forma de acariciar, en su sonrisa al recibirle cada vez que se veían... Sin embargo el explicar las cosas que están claras desde la primera frase hastía...
Sentía algo de nostalgia de las primeras veces, en que el encuentro era una festividad, la emoción de recibir una llamada, un mensaje, un "ven a verme" o "estoy libre el jueves, disfrutemos estar", júbilo, sonrisas, seducción, historias propias contadas de verdad, conocerse de poquitos, dar sin más...
Oh, esa sensación de saber que extrañaría, que desearía llamadas, invitaciones y miradas, querer saber como está, si, extrañar, era seguro que ocurriría, sin embargo la resolución estaba...
Trato de mostrar que no afectaba, le gustaba de verdad... Pensó "Quiero algo más, quiero algo especial, quiero poder decir cosas profundas, quiero dar"...
Los tratos son tratos, aun sean tácitos...
Le dijo:
- Quiero que seamos solo amigos, quiero algo más y tú quieres algo menos, estamos en distintas armonías - le dio una sonrisa para que no se filtrara la pena de terminar algo que era bonito, pero no quería crecer... Al mirarle vio que sus ojos tan bonitos, su sonrisa tan dulce, su caricia tan próxima tembló, su cuerpo se contrajo, intento evitar que ocurriera, balbuceo algunas estratagemas para prolongar las cosas como estaban, sin embargo la resolución estaba y era clara, como siempre habían sido las cosas...
Su molestia se manifestó, le rechazó cualquier tipo de vínculo que no fuera el estar... Quizás la amistad no era suficiente, tal vez le molestó la frialdad que usó, pero no quería que se reflejara tristeza pues había afecto y no estaba pensado que existiera, o si, ya no sabía, sólo entendía que estar más tiempo implicaba involucrar sentimientos, no había proyección, eso significaba que con el tiempo sería mucho más triste...
Sus ojos ya no trasmitían ternura, su gesto era frío, abrió la puerta y le dio espacio para que saliera, le miró, tratando de recibir una mirada dulce como siempre... No hubo nada... Salió con la cabeza en alto, había honestidad en su proceder, sabía que el respeto empezaba en uno...
Al salir, sintió la puerta cerrar, avanzó, bajo las escaleras, salió de la villa, caminó por las calles cercanas, alejándose cada vez más y cuando la distancia era larga pudo por fin respirar, y dos lágrimas corrieron lentas por sus mejillas...
Sabía que era una decisión difícil, extrañaría, pero ya estaba hecho, lo demás quedaba para los demás...
Ahora estaría consigo, en ese silencio que gusta...
Esperando que la fruta madure...

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